Adquirir un automóvil usado de un particular no es una decisión sencilla para la mayoría de nosotros… Aunque existe la necesidad, la adquisición de coches de segunda mano puede generar diversas dudas. Conocer el estado real de un automóvil y su historial por parte del propietario anterior no siempre resulta una tarea fácil.
¿Se ha mantenido adecuadamente el vehículo? ¿Ha sufrido algún accidente? ¿Existen defectos ocultos? La compra de un vehículo usado plantea muchas interrogantes. En este sentido, a continuación, te brindaremos una serie de recomendaciones para que puedas garantizar la adquisición del automóvil de segunda mano perfecto.
Esto es lo que te vas a encontrar
Origen e historial de un coche
En la actualidad, resulta esencial verificar el origen y el historial del vehículo de segunda mano que se desea adquirir.
Comprobar el origen de un coche usado
Conocer el origen de un automóvil implica conocer el lugar donde fue matriculado, si fue importado y el número de dueños que ha tenido (primer dueño, segundo dueño, etc.).
Es fundamental verificar si los datos del permiso de circulación coinciden con los del vehículo y los del propietario. Es decir:
- La matrícula.
- El número de serie, también conocido como VIN (en el chasis, en la parte inferior izquierda del parabrisas, bajo el capó…).
- La fecha de la inspección técnica si el vehículo es reciente.
- Si el vehículo es de uso particular o profesional.
- El nombre, apellidos y dirección del propietario.
Comprobar el historial de un coche usado
Averiguar el historial de un automóvil usado nunca resulta sencillo. El historial del vehículo se refiere a las operaciones y procedimientos que ha recibido, incluyendo:
- El historial de revisiones.
- Las facturas de mantenimiento.
- La inspección técnica (si el coche usado tiene más de 4 años. En caso contrario, debe realizarse cada 2 años).
- El informe HistoVec. Incluye la situación administrativa del coche usado (pignoraciones, oposiciones, suspensiones, embargos, robos, etc.).
En caso de que el propietario pueda proporcionar todos estos documentos, podrás verificar que el automóvil se encuentra en buen estado y no presenta ningún defecto. Esto también te ofrecerá una garantía de calidad y confianza en la compra del vehículo.
Inspeccionar y probar el coche
Un coche usado debe inspeccionarse
Inspeccionar implica examinar minuciosamente el automóvil, tanto en su exterior como en su interior. En el exterior, es importante revisar el estado de las llantas, ya que una llanta dañada puede afectar la dirección del vehículo y requerir reparaciones costosas.
Comprueba también el desgaste de los neumáticos. Asimismo, es recomendable revisar el estado de los parachoques y sus anclajes. Si presentan movilidad, podría ser indicio de un accidente previo y, por lo general, será necesario sustituirlos.
Es importante revisar también debajo de la carrocería, en particular en la zona del motor, para detectar cualquier rasguño en la tapa del motor o fugas de líquidos.
No dudes en abrir la tapa del motor para verificar el estado del motor y su mantenimiento, ya que un motor bien cuidado es una garantía de calidad. También es recomendable comprobar los niveles de líquido, especialmente el aceite del motor y el líquido de frenos.
En el interior, es importante verificar el kilometraje del automóvil. Un vehículo con poco uso no tendrá el mismo desgaste que uno con muchos kilómetros recorridos. Es posible detectar manchas o agujeros en los asientos, el techo, entre otros.
A través del estado del interior, se puede conocer si el kilometraje está en consonancia con el desgaste del vehículo. Por ejemplo, un volante resbaladizo podría indicar un alto kilometraje. Además, el estado de desgaste de los asientos también puede ofrecer información relevante. Antes de comprar el coche, es recomendable revisar las facturas de mantenimiento y la inspección técnica.
Tienes que probar un coche usado
Al comprar un coche usado, es importante realizar una prueba de manejo para asegurarse de que el modelo sea adecuado para tus necesidades. Durante la prueba, debes prestar atención a cualquier ruido o movimiento extraño que pueda indicar un problema mecánico o estructural en el vehículo.
Mantén tus oídos atentos y presta atención a la estabilidad de la carrocería mientras conduce:
- Neumáticos ruidosos.
- Vibraciones al frenar.
- Sacudidas delanteras y traseras.
- El coche se hunde al frenar.
- La caja de cambios cruje al cambiar.
- La palanca de cambios está dura o se atasca en determinadas marchas.
- Ruido metálico del motor o del tubo de escape.
- El coche no sigue su trayectoria cuando sueltas el volante.
Asegúrate de que el coche tenga el nombre comercial correcto
En la actualidad, los fabricantes de automóviles lanzan al mercado diferentes versiones con distintivos que representan acabados superiores y diseños de carrocería específicos. Por ejemplo:
- S-line en Audi.
- M sport en BMW.
- AMG Line en Mercedes-Benz.
Es por eso que es importante verificar la denominación comercial del coche antes de comprarlo para asegurarte de que estás adquiriendo el modelo con el acabado y el equipamiento adecuados. Si compras a un particular, deberás solicitar la factura de compra. Si, por otro lado, adquieres el coche en un concesionario, éste será responsable de garantizar el nombre del producto vendido.
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